La Molienda

El molino que funciona

Rucio conserva la maquinaria original y la estructura está rehabilitada y lista para funcionar.

¿Te lo enseñamos?

Aviso importante: 
La programación de moliendas en el Molino Rucio se encuentra suspendida temporalmente pero puedes visitar el molino de forma libre casi todos los días del año :)
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La molienda del Molino Rucio

El molino Rucio conserva la maquinaria original. Hay algunas partes que se remontan al siglo XVI y, con el debido mimo y cuidado, se pueden poner en funcionamiento.

Para ello necesitamos la ayuda del molinero, uno de los pocos artesanos que aún se dedican a la reparación y puesta en funcionamiento de molinos de viento.

Con el molinero preparado y, si el viento lo permite, los visitantes del molino podrán disfrutar de una experiencia única: visitar el interior del monumento con la maquinaria en funcionamiento. El estruendo de la maquinaria, el roce de las piedras, el polvo de harina que flota en el ambiente y la leve vibración que sacude toda la estructura del molino convierten la visita en una experiencia única.

La molienda

El molinero

Vistiendo las aspas

Orientando la caperuza

¡A volar!

¿Cómo es un día de molienda?

La molienda es un proceso 100% artesanal que se realiza exactamente como en el siglo XVI. Si hay viento, se trabaja; pero si no sopla el viento... no podemos moler.

El proceso es un pequeño ritual, que se extiende durante toda la jornada: 

1. ¿De dónde sopla el viento? Es importante conocer la dirección del viento para poder orientar el molino. Para saberlo con exactitud utilizamos los ventanillos de la planta superior.

2. Orientando la caperuza: las aspas deben estar en la dirección en la que sopla el viento. Porque efectivamente: el techo de los molinos gira 360 grados. Se hace mínimo una vez al día, y es un espectáculo digno de ver.

3. Vistiendo las aspas: para aprovechar al máximo la fuerza del viento utilizamos lienzos de algodón que cubren las aspas. Según la velocidad a la que sople, el molinero tiene algunos trucos, como recoger parte del lienzo o, directamente, quitarlo.

4. ¡Hora de moler! Porque todo este trabajo han sido los peparativos. Una vez el molino está listo, es hora de liberarlo de sus cadenas, soltar el freno... ¡y a volar!

No queremos ser pesados, pero es importante: 
La programación de moliendas en el Molino Rucio se encuentra suspendida temporalmente pero puedes visitar el molino de forma libre casi todos los días del año :)
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